Alysanne Sáb Jun 12, 2010 1:04 pm
Les veo correr hacia la montaña, como un desperdicio de tiempo y energías. Asique yo no bajo del caballo. Tampoco tenía las fuerzas suficientes para aguantar una pelea épica, pues me dolían aun los moratones de los brazos. Pero debía ir a ayudar a mantener mi farsa. No obstante me giro hacia Mathian.
-Tú aquí quietecito, que no estás en condiciones de pelear y si te matan me cabrearé mucho. Y tu hombretón también.
Indico al caballo que avance, y con una rapidez sorprendente, me obedece llevándome hacia la batalla. Desenvaino mi espada mientras el animal sobrepasa los primeros orcos, pataleándoles, pisándoles y dando coces mientras yo me ocupo de no caerme y matar a tantos como me permita su proximidad. Tras varios minutos de matanza, los orcos me dejan un segundo de paz, suficientes para mirar al reducido grupo que se acobardan todos juntitos.
-¡No os quedéis ahi! ¡Si no vais abriendoos paso os acorralarán y...- tengo que callarme pues el caballo se ha levantado sobre sus patas traseras, pateando la cabeza de un orco y haciéndome agarrar con las dos manos-..y os matarán!