Huyendo de mis obligaciones

Me quedo paralizado ante lo que la joven me dice, me conoce demasiado bien y sabe como voy a actuar en cada momento. La suelto del pelo y doy un paso hacia atras.

- ¿Porque sabes tanto de mi?- pregunto confundido.-Ademas voy a decirte una cosa, tu no seras un drow como yo pero tu comportamiento es como el de ellos. Eres fria y manipuladora, no te importan los demas solo tu. ¿Porque no iba a acabar contigo cuando mi raza esta en mi contra? Seria una buena forma de empezar.- digo sin saber que hacer ahora.

-¿Que por qué? Te diré porqué no me importa nadie. Porque yo nunca le he importado a nadie. ¿Por qué tendrían que importarme ellos entonces? Sólo me busco la vida de la forma que me han enseñado. En cuanto a tí, claro que te conozco. No tienes huevos para hacer nada. Eres un cobarde. "No me mates no me mates"-hago con que sollozo-unas lagrimitas y no eres capaz de acabar lo que empezaste. No me extraña que te repudiara tu padre, tienes el valor de un bebé de meses.-hago con que pienso -perdon, ellos tienen más. ¿Quieres información? Búscala por otros lados, de estos labios no va a salir ni una palabra.

Esta chica tiene razon, por las buenas no voy a conseguir nada con ella asi que volvamos a lo nuestro.

- Veras, estoy cansado de tus juegecitos y de que me confundas. Se acabo, mas te vale que sepas rezar porque esto te va doler cariño.- digo saltando hacia ella mientras que intenta coger su espada.

Me abalanzo sobre ella y mando su espada mas lejos, la levanto del suelo y la lanzo contra una pared cercana. cae al suelo gimiendo de dolor. Me acerco nuevamente a ella y la doy una patada en el costado.

- Ya he encontrado a quien tiene la informacion damela o te rajo el vientre para averiguar si el papel sigue intacto.- digo poniendo la cimitarra en su estomago.

Off: soy bipolar jajaja

Dioses, eso iba a doler mañana. En el último golpe, me había mordido el labio, y un hilillo de sangre recorría mi barbilla. No obstante río mientras me intento incorporar del suelo, ignorando una vez más su cimitarra.

-Un método mucho más convincente. Te diré lo que quieres, por el módico precio de un beso. Me encantan los hombres fuertes... o los elfos en tu caso.

Comienzo a reirme.

- No. Como ya te he dicho antes, las humanas no me gustan. Y menos aquellas que se hacen pasar por dulces y luego son como tu. No voy a besarte, pero si lo prefieres te seguire pegando hasta que me cuentes lo que he preguntado.- me acerco a ella dispuesto a volver a pegarla.- Dime a quien tienes que matar.- la susurro al oido.

Entonces hecho mi cabeza un poco hacia atras y espero su respuesta con la cimitarra en el mismo sitio que antes.

-El problema es el siguiente amor. Puedes abrirme, o pegarme una paliza hasta matarme. Sí, evitaras que muera mi encargo, pero sólo esta vez. Contratarán a otro y después a otro hasta verle muerto.Y no podréis proteger siempre a una persona que desconocéis, lo que implica que me necesitas viva, contenta y con ganas de hablar.-Sonrío-Asique, ¿ qué hay de mi pago?

Sonrio ante la idea de besarla en los labios, no amo a esta mujer, pero creo que debo hacerlo.

- Si quieres tu beso, primero habla. Yo soy de fiar, tu obviamente no. Asi que, mis labios estan esperandote, habla.- digo sonriendo.

-Esa desconfianza me duele Huindur.-cruzo los brazos enfadada.

Sé que con mi último argumento, lo tengo bajo control.

-A decir verdad, mi precio ha subido. Y por cada negativa, subirá un poquito más.-me acerco a él y le retiro la cimitarra-¿Qué te parece contentarme esta noche? Estoy muy solita últimamente, y siempre es agradable compartir la cama con un hombre. Prometo que al final te diré toodo lo que quieras.

- Comienza a dudar cual es tu trabajo. Parece que no eres tan distinta como las fulanas del burdel al que me querias mandar. No voy a hacer eso contigo, el beso es mi ultima oferta querida. Yo no la rechazaria.- digo poniendo la cimitarra donde se encontraba antes.- El tiempo pasa y yo me aburro de jugar, es cierto que si mueres alguien te sustituira, pero habre acabado contigo y habra una menos de tu calaña.

Suspiro.

-Está bien. Pero que sea decente ¿eh? no me van los besitos inocentes...

Me acerco a ella quitando la cimitarra. La cojo de la cintura y la pongo contra mi pecho. Mis labios y los suyos se aproximan lentamente, y cuando lo hacen la beso con pasion. Segundos despues me alejo de ella, mordiendola el labio inferior con suavidad.

- Ahora te toca a ti.

Debo reconocer que el drow besa bien pero pero no es mi tipo. Al separarnos le miro.

-Que no se diga que no cumplo mi parte del trato. Tengo que matar a una mujer. Asha Shadwen.

Me salen tan naturales las mentiras. Me separo y me giro para alejarme.

-Es un placer hacer negocios contigo Huindur. ¡Nos vemos!

Off: ¿como se os ocurre escribir tanto?^^

Asiento a Huindur y veo como comienza a hacerse el borracho con la joven. Acaricio a la pantera y me pongo a andar hacia la posada. Abro la puerta y detras de un pequeño mostrador hay una anciana, que al ver a la pantera pone cara de pocos amigos. Consigo convencerla de que la pantera es de fiar e incluso al final la acaricia.

Pago la estancia y subo a mi habitacion, esperando la llegada de Huindur.

La veo alejarse, no me fio de ella. Se que lo que me ha contado no es cierto, aun asi retomo mi camino hacia la posada, haciendola creer que me la ha colado. Soy un elfo cariño, somos mas inteligentes que tu. Entonces en la siguiente calle giro y comienzo a seguirla de nuevo, los elfos somos sigilosos, por lo que esta vez sin Artemis no creo que sea capaz de oirme.

Al pasar por la puerta de una posada, la joven se para al oir unos gritos de su interior. De repente la puerta se abre y un hombre es echado de la posada de mala gana. La veo sonreir al ver al hombre, creo que ha encontrado a su presa.

Sin venir a cuento, varios hombres me cogen de muy mala gana y me hechan de un golpe de la posada. Caigo al suelo de boca, pero en seguida me recompongo. Cuando me giro hacia ellos, me doy cuenta de su mirada. Me han reconocido.

Antes de que ninguno de esos borrachos pueda seguirme, corro velozmente para salir de alli. Hacia dos dias que no tenia que huir, pero lo bueno dura muy poco. Pero tengo que pararme en seco para no chocar contra una chica rubia que está en mi camino.

- Espero no ser grosero, señorita, pero tengo un poco de prisa. Asi que le rogaría que se apartase, si es tan amable.

-Fíjate que suerte, ya has llegado a tu destino. Fin de la carrera Mathian.

Saco una daga para clavársela en el corazón. Pero el hombre resulta ser más rápido, y se gira, desviando mi golpe y dando con su hombro derecho, donde se hunde limpiamente.

Soltando una maldición, saco mi espada para rematar mi trabajo.

Consigo esquivar el puñal a tiempo antes de que me acierte en el corazón. Pero consigue acertarme en el hombro. Aun así, le doy una patada que la hace retroceder, momento que aprovecho para sacar mi espada y hacer frente a esta mujer.

- ¿Pero que haces? ¿Estas loca o que? ¿Quien te envia?

Recibo el golpe, sobreponiéndome al instante.

-¿Acaso importa? Simplemente hay alguien que te quiere ver muerto. Y yo soy la mano que va a cumplir sus deseos.

Levanto la espada y doy un paso hacia él al tiempo que la bajo para golpearle. El hombre levanta la espada, parando mi tajo. Rápidamente me muevo para girar sobre mí misma y poder golpearle en el costado, donde le abro otro pequeño corte.

- ¡¡Argg!! - grito de dolor al sentir su fria espada en mi costado. - ¡Eso ha dolido!

Me concentro en la batalla y pienso en todas las técnicas de lucha que me he visto obligado a aprender desde que me hecharon de mi casa y me quieren ver muerto.

Casi sin que le de tiempo a reaccionar, le hago un barrido con la pierna por el suelo y consigo tirarla. Salto por encima de ella para intentar quitarle su espada, pero consigue ponerse en pie antes.

Empezamos un combate de espadachines, en el que parece que ninguno de los dos cederá.

- Eres buena. Demasiado.

-Mejor para tí, más rápida será tu muerte.

Me pongo en guardia de nuevo, y ataco a su lado débil, el herido tanto en el hombro como en el costado. Tras varios golpes parados por ambas partes, le doy un nuevo descanso.

-Ríndete y prometo matarte rápido y sin dolor. Un golpe limpio.

- Eso nunca. A mi me enseñaron que el único que se rinde en batalla es el muerto.

Vuelvo a levantarme, pero me cuesta más de lo que creia. La herida del brazo no es grave, pero estoy sangrando por la del costado. Y me siento más débil que antes. Vuelvo a atacarla velozmente, pero mi espada siempre se encuentra con la suya. Ya no me tengo en pie...y caigo al suelo, mareado.

Veo como una figura de cabello rubio se acerca a mi, con su espada en alto.

"Se acabo..."

Veo al chico luchar, aunque no es muy bueno. La joven le hiere varias veces, hasta que cae al suelo rendido. Saco mi arco y lanzo una flecha que se clava en la pierna de ella.

- Hola cariño, volvemos a vernos. No creias enserio que iba a tragarmelo, ¿verdad?- me acerco a ellos, mientras veo al chico en el suelo-¿Puedes andar?- le pregunto poniendo en medio de ambos espadachines con mi cimitarra envainada.

-Mierda

La flecha se clava en mi muslo, haciéndome perder la concentración en el jóven para centrarme en el pesado drow.

-Creia que habíamos pasado la fase de las peleas, amor. Veo que estaba equivocada

La pierna de la flecha no lograba mantener mi peso, por lo que me apoyo en la otra mientras mantengo la espada levantada.

-No te he invitado a esta pelea Huindur. Lárgate, déjame hacer mi trabajo- Doy una estocada al elfo más que para pelear, para dejarle ver que no me ha vencido.

De repente, una flecha se clava en la pierna de la mujer, haciendo que caiga al suelo. Un ser de aspecto extraño me protege de ella y me pregunta que si puedo andar.

- Si con eso salvo mi vida, puedes estar seguro de que si. Y no te ofendas, mi señora, pero no me importa que se haya interpuesto entre nosotros.

Me levanto y me pongo detrás de mi defensor, que resulta ser un elfo oscuro, esperando a ver que hace él.

Paro la estocada de la chica y oigo al chico hablar y ponerse detras mia.

- Ve a la posada de El Molinero, se encuentra un par de manzanas mas alla. Alli pregunta por Artemis el te curara, esperarme alli hasta que llegue yo.- le digo al joven-¡Vamos!

Continuo mirandola mientras que sigue atacando.

- Dejemoslo en empate, curate la pierna y las contusiones de esta tarde. Volveremos a vernos en otro momento y acabare contigo, te lo prometo.