Nos adentramos con cautela por la cuidad, ya que un elfo oscuro, por muy novio de la princesa que sea, siempre lleva a desconfiar. Pasamos por la puerta de una pequeña taberna.
- Artemis, pasemos ahi dentro. Yo invito.- entramos y pido al camarero dos jarras de hidromiel.
Brindo con mi amigo y me la bebo de un trago.