Huyendo de mis obligaciones

Me quedo parado y me giro para mirarle.

- Tranquilo Mathian, no voy a irme, solo voy a dejarte descansar. Estare aqui¿vale?, y ademas si estas preocupado por la joven rubia yo estoy aqui para protegerte.- digo acomodandome en una pequeña mecedora.

- La verdad es que en la cama hay sitio para los dos. Y estaré mucho más seguro si stás aqui conmigo. ADemas...¿Quien te ha dicho que quiera descansar? - le digo, con sonrisa picarona.

- Yo te digo que tienes que descansar, si no la haces, mañana Huindur se enfadara conmigo y te aseguro que no quieres ver a un elfo oscuro enfadado. Ademas tenemos muchos dias por delante, asi se que te quedaras conmigo y no huiras.- digo riendome meintras me mezo en la silla.

Me desilusiono al oir sus palabras, ya que me hacen pensar que solo soy un juego. Asi que me vuelvo a tumbar en la cama y, antes de darme la vuelta le digo algo seco:

- Está bien. Veremos como me encuentro mañana. Buenas noches.

Oigo a Mathian que parece algo molesto. Me acerco a el rodeando la cama, me pongo de rodillas, para poder estar a su altura.

- Ey, Mathian.- digo acercandome mas a el- Escuchame, no es que no quiera. Pero ahora tienes que descansar, estas herido y tendras que reponerte para mañana. ¿Vale?- digo besandole en la frente, ya que todavia parece algo molesto.

- De acuerdo - le sonrio. - Buenas noches.
Y en seguida caigo dormido.

Vuelvo a la mecedora y me quedo mirandole un rato mientras el duerme. Comienzo a cerrar los ojos para descansar yo tambien, cuando oigo una explosion pequeña y un humo negro invade la habitacion. Me levanto sobresaltado intentando despertar a Mathian.

- Mathian, corre vete.- digo nervioso.

Aunque ya es demasiado tarde me doy la vuelta y alli se encuentra un elfo oscuro, el padre de Huindur. Haga lo que haga no puedo revelarle donde esta su hijo pero tampoco puedo permitir que hago daño a Mathian.

Consigo proyectarme desde el bosque hasta donde esta el traidor, que se sorprende al verme.

- Vaya, vaya, vaya. Veo que han conseguido liberarte de mi hechizo. Ese mago es más poderoso de lo que creia. Pero no volverá a pasar - digo y rápidamente agarro su cabeza con mi mano y empiezo a murmurar unas palabras.

Sus ojos se vuelven negros durante unos segundos y, cuando acabo el hechizo, suelto su cabeza y Artemis cae al suelo. Momentos después se levanta.

- ¿Quien es tu amo de nuevo?

Wiedzmi me coge de la cabeza y vuelve a tomar el control de mi mente, intento luchar contra el pero es imposible ya esta en mi interior. Caigo de rodillas en el suelo y cuando levanto la vista se ven unos ojos de color negro.

- Tu eres mi señor, ¿que me ordena que haga?- digo haciendo una reverencia.

- Solo puedes hacer una cosa para demostrarme tu lealtad. Mata a ese muchacho - digo, señalando al joven que se encuentra en la cama

Asiento con un leve movimiento de la cabeza y me acerco a la cama, el joven que hay alli sentado me mira con cara de terror. Le cojo y lo lanzo contra la pared, haciendole una pequeña brecha en la cabeza. Cojo mi espada y se la clavo en el estomago del chico, que comienzo a hablarme.

- Suplica por tu vida mas alto.- digo sonriendo.

Apenas me da tiempo a reaccionar. Me coge y me lanza, haciendo que me golpee contra la pared. Acto seguido me clava la espada en el estómago, haciendo que no solo se me abra la herida sino produciendome otra. Empiezo a vomitar sangre.

- Pero...que estas...haciendo...No voy a suplicarte nada...lucha contra lo que te pasa...tu no eres asi...- balbuceo, intentando llegar hasta mi espada.

Oigo lo que el muchacho consigue decir debilmente, es una estratagema para que le de tiempo a coger su espada. Me adelanto a sus movimientos y le piso la mano haciendo que no pueda llegar a su espada. Me agacho y me pongo a su lado.

- No es que tenga nada contra ti, es que son ordenes.- digo mirandole a los ojos.

Me pisa la mano, partiendome algunos dedos. Se agacha para mirarme a los ojos y me dice que no tiene nada en mi contra.

- Artemis, hasta hoy me consideraba algo peor que un monstruo. No puedo ver a mi madre y a mis hermanos porque si me ven por aqui me mataran. Y hoy he conocido a un chico maravillosos que, sin conocerme, no ha intentado matarme ni entregarme. Lucha, eres fuerte. Más que aquello que te controla.

Las palabras del joven me hace retomar mi mente por un momento, me doy la vuelta dirigiendome al elfo oscuro.

- Dejame en paz- digo atacandole con mi espada, esperando que sea rapido y poder ir con Mathian para ver sus heridas.

La espada del humano me atraviesa sin hacerme ningún daño.

- Jajaja, no lo intentes Artemis. No estoy aqui fisicamente asi que no puedes hacerme daño. Eres de voluntad fuerte. Y si no puedo controlarte...¡tendre que matarte! - digo, lanzandole una descarga electrica.

Ve o como le lanza un poderoso rayo.

- ¡¡¡NOOOOOOOOOO!!! - digo, interponiendome entre Artemis y el rayo.

Mi espada rompe en dos la figura de Wiedzmi, que vuelve a recomponerse como si en realidad lo que alli hay es simple humo. Me lanzo un rayo electrico, pero Mathian sacando fuerzas de la nada se levanta y se pone en medio. El rayo le impacta en el pecho lanzandolo hacia mi.

- Mathia no. Mirame chico no me dejes.- digo mirando las heridas que le he producido yo y la herida que tiene por el hechizo del elfo.

Le sujeto entre mis brazos, esperando que el chico reaccione.

Miro como Artemis coge en brazos al jóven al que acabo de atacar. Parece que es alguien importante para él, y con lo que a mi me gusta hacer daño a la gente...

- Vaya...asi que ese chico era algo para ti. Lo siento, de verdad - digo, riendome al instante. - Ahora tengo algo con lo que controlarte. Pero solo tienes que hacer una cosa: matalo. Mata al humano. Asi sabre que estás de mi lado, y te haré más poderoso de lo que puedas soñar.

Le miro con enfado al hombre que me ha obligado a hacer daño a Mathian, me quedo donde estoy desafiandole con la mirada.

- Nunca le hare nada, me has obligado a hacerle daño y cuando te encuentre acabare con tu vida aunque sea lo ultimo que haga.- digo.

En ese momento se abre la puerta y entra Huindur que dice unas palabras en el idioma elfico, haciendo que su padre desaparezca de la habitacion. Se acerca hacia donde estamos nosotros, con cara de panico y preocupacion.

Tras dar un paseo por la ciudad, me dirijo de nuevo a la posada. Subo las escaleras y abro la puerta, aunque me paro al oir una voz que no corresponde a ninguno de mis compañeros. Es la voz de mi padre, seguro que ha venido hasta aqui haciendo uno de sus hechizos de ilusion. Entro decidido,sabiendo lo que tengo que hacer.

- Wanna- entonces mi padre desaparece de la habitacion, jurando que volvera.

Off: ¡desaparece!

Me acerco corriendo a Artemis y a Mathian, este ultimo esta desangrandose por varias herdias de espadas y una quemadura.

- Artemis, tranquilo se pondra bien. Vamos tumbale en la cama y vamos a curarle, tenemos que darnos prisa antes de que mi padre regrese.- al ver que no reacciona, cojo a Mathian y lo deposito en la cama.

Traigo un cacharro con agua y varios trozos de tela para hacer que la hemorrogia pare, pongo las manos de Artemis sobre la herida del abdomen haciendo que apriete fuerte y yo voy a las otras heridas. El chico abre los ojos e intenta hablar.

Me despierto, agonizando de dolor y sangrando por las heridas del cosatado y del estómago. El elfo y Artemis presionan mis heridas para parar las hemorragias, pero son muy grandes, y yo estoy muy débil.

Cojo la mano de Artemis y le digo, casi sin fuerzas:

- No te preocupes...se...se que no ha sido culpa tuya.- cierro los ojos por un momento y Artemis me da unas tortas para que no me duerma - ¿Sabes? Creo que...me ha gustado mucho conocerte. Me...has hecho sentir...vivo...

Siento como mis fuerzas se desvanecen...

Cuando oigo las palabras de Mathian, miro a Artemis que la miro al chico con lastima. Solo puedo hacer una cosa,usar la magia oscura para poder salvarle. Aunque hacerlo me traera problemas, cuanto mas use la amgia oscura mi corazon se volvera igual que el de los elfos oscuros sin sentimientos hacia nada que no sea ellos mismos. Me concentro y digo las palabras necesarias.

-En Corp Sanctis

Off:Curar heridas graves.

Las heridas del joven se comienzan a cerrar y la sangre deja de salir de sus heridas, y la quemadura del rayo se cura, aunque le deja cicatrices que tendra el resto de su vida. Miro a Artemis y le sonrio, me mareo un poco sentandome en el suelo a recuperar fuerzas.

- Tranquilo Artemis creo que ya esta.- digo desde el suelo.

No soy capaz de reaccionar cuando Huindur me habla, el lo coge y lo pone en la camilla para intentar curarlo y usa mis manos como tapon para tapar la hemorragia del estomago. Entonces el joven abre los ojos y me habla, casi en un susurro y de forma tierna.

- Mathian...yo- digo sin saber que decirle al chico- Te quiero, no puedes dejarme no ahora. Por favor no.- digo cogiendole la mano.

Entonces cierra los ojos y por un momento su corazon deja de latir, miro a Huindur asustado, el me asiente y dice unas palabras para realizar un hechizo de magia oscura. Pone su mano en el corazon de Mathian y una pequeña luz morada brota de su mano y se introduce en el cuerpo del chico. De repente sus heridas dejan de sangrar y comienzan a cerrarse. Miro a Huindur sabiendo que esta usando magia negra y puede perjudicarle en su caracter. Se sienta en el suelo mareado.

- Gracias Huindur.- digo acercandome a el y sentandole en la mecedora, y vuelvo a la cama esperando a que Mathian recobre el conociemiento.

De repente, siento como la magia entra dentro de mi y mis heridas empiezan a sanar rápidamente y empiezo a recobrar fuerzas, pero no las suficientes como para recobrar el sentido.

Tiempo después me despierto, aun algo débil, tumbado en la cama y más vendado que la noche anterior.

- ¿Que...que ha pasado? - pregunto, desconcertado.