Voy camino...Nogrod

Llego a la habitacion desde la que el enano nos ha llamado, al momento de llegar alli entra Eleneär que me ignora. La miro desafiante mientras habla con el enano, aunque estemos juntos puedo tomar mis propias decisiones y tener mis propios pensamientos.

- A mi me parece bien, yo ire contigo a por esa chica y a averiguaremos lo que nos sea posible de la profecia.- digo mirando a Eleneär.

Dudo un momento sobre si hablar o no. Pero finalmente decido expresar mi opinión.

-Gmork, sabes que yo te aprecio, y que quiero que Durbat sea vengado. Pero no sé si es una buena idea ir por esa chica. Es posible que haya sido esa chica la mano ejecutora. Pero las órdenes vinieron de arriba. Es una mercenaria, no actuaría porque sí. La han contratado, y yo creo que tiene que ver con la forma en la que escapó..bueno, de mi hermano. El caso esque alguien quería que la profecía no se cumpliera, asique creo que deberíamos buscar a su contratante, y no a la chica. Si ha mandado a alguien para matar a nuestro montaraz, es posible que mande otro para atacarnos a cualquiera de nosotros o a nuestra futura esperanza de acabar con el mal que se avecina. Y tú -señalo al elfo-Sabes que aunque la encontremos, moriría antes de decir nada sobre quién le ha pagado.

Suspiro y miro a todos, que me miran en silencio.

-No creo que debamos ir a buscarla. Lo siento.

Yo creo que en parte tienes razon, pero podemos hacer ambas cosas a la vez. Podemos matar a esa chica mientras uscams a la mano que la contrato. Yo no voy a dejar a Gmork solo en esto, creoque se emrece ue le ayudemos.- cambio la direccion de mi mirada mirando directamente a Eleneär-Es cierto que no nos dira nada pero habremos hecho venganza hacia el montara.

Me encojo de hombros y miro a Huindur y a Gmork.

-Bien, si queréis ir, supongo que iré. Pero no es de mi agrado el motivo de nuestra partida, creo que lo smotivos son distintos y están desordenados. Pero en fin, es sólo mi opinión. Y si no me necesitáis más, creo que iré a mi habitación.

Me giro y me voy a la habitación volviéndome a tumbar en la cama.

Tras oír la conversación entre mi padre y los dos elfos. Empiezo a reflexionar en que los elfos no son como yo había pensado y antes de que hable de nuevo mi padre le interrumpo diciendo:-Padre he oído vuestro pequeño plan y mientras mis viajes por las tierras medias he visto y me han contado cosas que podrían estar relacionados con este asunto.Pero no estoy de acuerdo con usted en ir directamente a por la chica, aunque a mi pesar me cueste estoy de acuerdo con la elfa... quiero decir con Eleneär. Deberíamos ir a por la mano ejecutora de todo esto, y por lo que habéis dicho probablemente este involucrado en algo oscuro.
Tras decir esto les cuento todas las historias que había oído incluso mi conversación y mi ayuda al mago oscuro Milosh (sin decir el nombre ya que nunca me dijo su nombre). Todos se quedan pensando e incluso la elfa se acerca de nuevo a la habitación para oír mejor mi historia. Cuando termino mi padre empieza a hablar.

Oigo las historias de mi hijo que ha vivido durante todos estos años.

- No hay mucho que debas saber, simplemente que algo maligno intenta tomar el control de la tierra media y un montara sera el que se lo impida. En cuanto a lo de dejar a esa rubi rondando por ahi, es cierto que alguien la ha mandado matar a Durbat, pero ¿y si tiene que acabar con alguno mas?- digo mirando al resto.-Tal vez no nos lleve hasta su amo pero podremos encontrara otros montaraces.

Oigo como padre e hijo intercambian opiniones de forma cordial aunque con la mirada se matan.

- A mi me parece bien, pero que opine la princesa.- digo dandome la vuelta hacia ella.

(Off: largo el comentario eh Huindur? xDDD)

Siento como de pronto todos me miran y sin poder evitarlo me sonrojo. Tomo aire y me giro hacia padre e hijo. De nuevo evitando a Huindur.

-No voy a obligar a nadie a seguir o no mi camino. Doy mi opinión como cada uno de esta sala. Y creo que lo correcto es ir tras el amo. Es posible que suene duro y lo siento, pero esa chica no podrá acercarse a nuestro grupo de nuevo, ya la conocemos y sabe que la mataremos si se acerca de nuevo, asique dudo que aunque la contraten, sea tan estúpida. Matará más gente, si, y lo siento.Ese es su trabajo. Pero seguirá matando montaraces, nuestras esperanzas, uno tras otro si para ello es contratada, a no ser que paremos al cerebro. Y si en el camino la encontramos, demos gracias a Eru, y hagamos lo que debamos.-miro a Huindur por primera vez, cansada y suspiro al terminar mi argumentación.

Oigo como habla la elfa dando su opinión en la cual se nota un poco de testarudez. Pienso:"A pesar de ser elfa, desde luego es tan testaruda como un enano"
- Yo estoy totalmente de acuerdo con ella, las muertes futuras están en nuestras manos si pero si como decís esa profecía es tan importante, ay que hacer sacrificios por el bien de muchos- tras decir esto veo como mi padre emite una leve sonrisa y digo - Padre sabes que soy el más testarudo de los enanos, y digas lo que digas yo iré también a por esa mano que lo manejo todo desde la sombra-

Sonrio al sentirme agotado de discutir.

- Vale esta bien, haremos lo que tu dices princesa. Pero he de advertirte una cosa como me encuentre a esa joven rubia la matare con mis propias manos y no intentes impedirmelo.- digo saliendo de la habitacion- Ahi tendreis algo de comer, yo voy a dormir un poco. Al amanecer dejaremos este lugar y empezaremos nuestro viaje.

Salgo de alli tumbandome en la cama donde antes dormiamos mi esposa y yo, estoy tan cansado que me quedo dormido al instante.

Miro salir de la habitación a Gmork. Me giro y apoyo la mano en el hombro de Garlin.

-Gracias.-le susurro

Tras eso me vuelvo a la habitación. No tenía apetito y estaba agotada.

Después de que mi padre entrará en razón, la elfa me da las gracias y acto seguido me salgo a la explanada que hay en la parte de atrás de la casa con unas botellas de hidromiel.

Cuando todos abandonas la sala, cojo un pequeño bocado de algo que hay encima de la mesa y vuelvo a mi habitacion. Alli se encuentra tendida en la cama Eleneär.

- ¿Crees que esta bien dejarla ir como si nada? Yo lo dudo, pero todos habeis hablado asi que ire con vosotros y os hare caso pero no estoy de acuerdo.- digo quedandome de pie cerca de la puerta.

Le miro agotada de discutir.

-No estoy diciendo que si la vemos no la juzguemos o le hagamos justicia a Durbat. Simplemente digo que si mueren más, habrá muchos asesinos a sueldo que matar, y un amo que encontrar. Eso es todo. Pero estoy cansada de repetir una y otra vez mis argumentos Huindur. Cree y haz lo que creas correcto.

Sin volver a mirarle, me giro en la cama dándole la espalda al elfo y a la puerta.

Oigo lo que me dice y como se da la vuelta dandome la espalda dando por zanjada la cuestion.

- Perdona, no quiero discturi contigo. Yo no quiero que te enfades conmigo por esto. Podemos tener distintas opiniones y seguir estando como estamos. ¿No?- digo sentandome en la cama y tocandola la espalda.

-Supongo que sí. Pero que sepas que he ganado porque tengo toda la razón, aunque por tu cabezonería y orgullo nunca me lo reconozcas...

Me giro y le miro mientras palmeo el lado de la cama.

-Anda acuéstate y vamos a dormir, si mañana vamos a irnos necesiarás dormir.

Sonrio al oir el comentario que hace.

- Si tu te lo crees, no voy a quitarte la ilusion.- digo tumbandome a su lado-¿Por donde empezaremos mañana? hay demasiados sitios por donde buscar a algun montaraz o a la mano ejecutora de todo esto,¿alguna idea?- digo apartandola el pelo de la cara y besandola.

- A Gondor...tu hermano no creo que este muy contento cuando nos vea a aparecer, bueno mas bien cuando me vea a mi de nuevo. Pero si crees que es buena idea empezar por alli pues iremos.- digo poniendo mis brazos debajo de la cabeza- Nose la verdad es que es muy raro, estubimos en todo momento con ella, excepto cuando se quedo con el rey. Tal vez tengamos razon y le esten manipulando, tal vez fue el que lo mando todo.

Asiento y apoyo la cabeza en su pecho

-En tal caso, debemos ir, y sobre todo, ir yo. A mí no podrá tocarme. Y si tú estás conmigo, no podrá tocarte, te lo prometo. Además, tu teoría de que es el mismo, es bastante posible. No creo en las coincidencias, y estas son muy raras. Y si de paso podemos ayudar a mi hermano...

La acaricioel pelo cuando apoya su cabeza en mi pecho.

- Bueno, nose habra que descubrir muchas cosas en poco tiempo. Lo de tu hermano, buscar al que mando asesinar a Durbat, otro montaraz y descifrar la profecia. No vamos a tener tiempo para otra cosa en mucho tiempo.- digo sonriendo- ¿de versas crees que aunque vayamos contigo no nos hara nada?

Asiento convencida

-Estoy convencida. Soy su hermana, ¿no? Pero sí, son demasiadas cosas, es posible que debamos quedarnos allí un tiempo, pero lo principal es descubrir lo que le pasa a mi hermano. Si es verdad que está siendo manipulado, tengo que ayudarle, y luego podría ser un buen aliado.-sonrío y beso su oreja-Y quizá nos deje tiempo para otras cosas....

Sonrio con lo que me dice, siento haber idscutido con ella pero parece que ya estan las cosas arregladas y todo es como antes.

- Bueno tranquila que seguro que conseguimos convencerle o eso espero. Por lo demas ahora no debemos preocuparnos primero nos ocuparemos de tu hermano y luego veremos cual sera nuestro siguiente paso. Ahora deberiamos descansar y mañana levantarnos temprano para que no nos vea ningun enano.

La beso en los labios y me quedo dormido abrazado a ella.

Le beso y al rato se queda felizmente dormido. Para mi desgracia no tuve la misma suerte. Tenía demasiadas cosas en la mente y el sueño tardó en llegar, y cuando lo logré el amanecer llegó.

Bostezo y miro al elfo que descansa abrazado a mí, como ha estado toda la noche. Le miro y sonrío. Su cara mostraba una infantil felicidad. Pero si queríamos salir pronto y sin ser vistos, debíamos ponernos en pie. Acaricio su mejilla y beso su frente.

-Despierta cielo-le susurro

Despierto con el primer rayo de sol, gracias a Eleneär que me susurra de una forma muy cariñosa. Abro los ojos poco a poco y comienzo a estirarme aun tumbado en la cama, es cierto que dije que teniamos que salir pronto pero la verdad es que no me apetecia nada moverme del sitio, se estaba tambien tumbado y abrazado a ella.

- Cinco minutos mas, solo cinco minutos.- digo dandome la vuelta y empezandome a reir- Soy como un niño pequeño, nose como me soportas.

Me levanto y comienzo a vestirme y preparar el petate para el viaje.