El primer encuentro

Me encontraba paseando por los limites del bosque en el que ahora residia, cuando oigo unas voces cerca mia. Me acerco a hurtadillas, y me pongo escondido entre la alta maleza del bosque a observar a los intrusos. Son cinco, y muy variados, hay un enano, un montaraz, uno que parece un mago y dos elfos. No espera una elfa y...Huindur, como se atreve a volver aqui.

De repente me levanto y salgo corriendo hacia el poblado donde se encuentra el señor de los elfos oscuros. Al llegar alli, un par de elfos me impiden la entrada a su cabaña. En ese momento la puerta se abre y aparece mi señor.

- Mi señor, un pequeño grupo intenta atravesar el bosque. Y creo que deberiamos hablarlo en privado.- digo bajando la voz.

Salgo de la tienda y, al escuchar las palabras del humano, hago un gesto a mis guardias para que le dejen pasar al interior de la cabaña principal.

Ya en el interior, caminamos por un largo pasillo que lleva hasta la sala central.

- Bien, Artemis. ¿Que es eso tan importante que has venido a decirme? Tu no sueles molestarme por tonterias, asi que espero que sea algo sobre la tarea que te encomendé. ¿Has averiguado algo sobre la profecía?

Pasamos a la sala de reuniones y comienzo a relatar lo que he visto.

- Nose si tendra relacion con la profecia o no. Pero es importante, su hijo esta adentrandose poco a poco por el bosque, seguido por varias personas mas. ¿Cuales son sus ordenes?- pregunto.

Me paro en seco al escuchar quien ha invadido mi territorio. Y mi voz delata mi enfado, mi odio.

- ¿Y que se supone que hace ese bastardo aquí? Le dejé muy claro que ya no era digno de pisar mis tierras, de estar con su pueblo. Demostró ser un cobarde y por eso le exilié. Pero parece que no lo ha entendido...

Me vuelvo de nuevo hacia Artemis.

- ¿Mis ordenes? Creo que presencieras un reencuentro familiar Aramis...Sigueme, y dile a dos pares de mis hombres que vengan y les sorpendan.

Asiento por toda respuesta y salgo al poblado elfico.

- Vosotros.-digo señalando a los soldados de antes.- Preparaos, nuestro señor necesita que esteis listos enseguida. Vamos a buscar al querido y exiliado Huindur.-digo mientras cambia la expresion de los elfos.

Unos minutos despues los elfos se encuentran listos para la batalla, y veo salir a Wiedzmi.

- Señor, cuando quiera.-digo poniendome enfrente suya.

- Quiero que primero le entre el miedo. Verte a ti luchando contra él le chocará, pero asi le mantendrás ocupado. El mago que está con ellos es poderoso, asi que debo neutralizarlo antes. ¿Entendido?

Murmuro una palabras e instantáneamente me desvanezco.