El comienzo

Mientras descanso en la tienda que han montado para mí pienso en lo sucedido estos últimos días. Fue una viaje largo hasta aquí y Or `Nell no llegó en grandes condiciones, pero parece que se recupera bien, aunque aún no ha despertado.
Cuando llegamos mi señor parecía extrañado, pero aceptó la historia de lo que había pasado en mi excursión a las cuevas y no puso problema en aceptar en el campamento a un hombre malherido.
Dimos a los jinetes mandados allí antes que yo por muertos. Se celebró su funeral de forma solemne, pese a que ninguno de los que fuimos allí encontramos los cuerpos.
Durantes estos días por fin he reposado en calma y paz. El refugio es un lugar perfecto para ello, y tanto Arendol como yo lo necesitabamos. Además Or`Nell necesitaba un sitio para recuperarse y no me pareció que el bosque fuera el lugar más adecuado.
Me gustaría saber más sobre él, guarda muchos misterios, y sobre ese lobo que no deja de seguirle. Al principio costo que entrara en la fortaleza, pero al final terminaron accediendo a ello tras muchas discusiones.La verdad, espero con impaciencia que Or`Nell despierte.

Abro los ojos y me encuentro frente a una pequeña cabaña, es de noche y hace frio, el viento sopla fuerte del este, no sé porque tengo la sensación de que algo me resulta familiar, me acerco hacia la cabaña pero justo antes de salir del límite del bosque me detengo.

Por la ventana se puede ver a una mujer que acuna a un bebe entre sus brazos, reposan con tranquilidad en frente del hogar mientras un hombre fuerte aviva el fuego, que bien me vendría ahora mismo estar junto a ellos.

De repente oigo alboroto por el camino de acceso a la cabaña, un grupo de figuras se aproxima, no se puede ver nada, pero si se les oye.

-Vamooss, hay que enkontrar komidaa, ggrr- Orcos

La mujer se da cuenta y oculta al bebe en un falso suelo de la casa, entre gritos y gorjeos los orcos tumban la puerta, corro hacia ellos, me lanzo hacia la mujer para protegerla.
Demasiado tarde, están todos muertos, los orcos se ríen mientras me miran, entonces un grito sale de mi garganta.
-Padreeeeeeeeessssss-

De pronto despierto, un sudor frio recorre todo mi cuerpo, ¿Ha sido una pesadilla?, no sé donde me encuentro, parece una especie de hospital, hay varios hombres en otras camas vendados, necesito agua, tengo la garganta seca.

-Agua por favor, que alguien me de agua-

Sin darme ninguna explicación, un hombre entra en mi tienda y me dice que debo ir hacia el hospital. Sin esperar me encamino hacia allí, sin saber que esperar cuando entre.

Después de que una enfermera me diese unos sorbos de algo que sabia a rayos me permitieron incorporarme lentamente, no sabía exactamente donde estaba, sin embargo por el acento y las alhajas que las mujeres llevaban podía deducir que me encontraba entre Rohirrim.

Poco a poco me fui incorporando intentando recobrar el equilibrio, resultaba algo difícil pero acabe por conseguirlo.

-Disculpe buena mujer, ¿podría decirme donde me encuentro?, ¿donde están todas mis cosas?, ¿mujer?-

Lo único que conseguí fueron unos cuchicheos entre las enfermeras, mientras acababa de vestirme el aire me trajo un aroma, olía a lavanda y jazmín, mi olfato agudizado consiguió eliminar esos olores permitiéndome distinguir el original, entonces ella apareció por la entrada, tan radiante como la primera vez que la vi, tan salvaje, tan hermosa.

-Quizás tú puedas ayudarme, ¿dónde nos encontramos?, ¿dónde está mi equipo? ¿Y donde esta mi hermano?-