Practicando en la lucha

-Poobre animalito. Tendrás que acostumbrarte, pero no te preocupes, seguirá queriéndote más que a mí.-Sonrío y vuelvo a besarle.

En ese momento, se oyen unas pisadas.

Mientras doy un paseo por Rivendel, encuentro a una pareja de elfos, y con ellos hay también una pantera.

"Seguro que les pertenece a alguno de ellos"- pensé.

En ese momento reconozco a la elfa: la hermosa hermana del rey de Gondor.

- Buenos dias, mi señora- digo saludándula con una reverencia. - Dichosos los ojos que la ven, esta usted igual de hermosa que siempre. Seguro que su gente se alegra mucho de su regreso. Espero que en su ausencia todo haya ido bien por aqui, pero los elfos se alegraran de tenerla de nuevo reinando...aunque sea durante un tiempo.

La pantera empieza a gruñirme y se coloca justo al lado del otro elfo. Pero éste no es como los demas, tiene un aire demasiado...oscuro.

- ¿Y quien es usted, señor elfo?

-Saludos Istar. Es bueno verte a tí también. Te presento a Huindur.-me levanto algo sonrojada acercándome a la pantera para calmarla.-Y ella es su pantera, Guenhwyvar. Pero no, no he ido a verle aún. Prácticamente acabo de llegar, y no sé si me quedaré mucho tiempo, ya me conoces. En cuanto a tí ¿qué te trae por aquí, mago?

- Encantado de conocerte, Huindur. No es muy común ver a elfos oscuros, y mucho menos por Rivendel. En cuanto a su hermano, mi señora, hace poco estuve de visita en Rivendel. Ya sabes como es el rey, siempre ocupado e intentado ser tan buen rey como su padre.

Acerco mi mano a la pantera y la acaricio. Siempre he sentido mucho respeto por los animales.

- Eleneär, ya sabes que siempre estoy viajando por todo el mundo para completar mis investigaciones. Ya sabes que mi cargo necesita de gran conocimiento, y el mio aun está por completar.

- Encantado de conocerte, Istar. Deberas acostumbrarte a mi presencia, porque de elfo oscuro me queda mi fisico porque el resto...- digo con nostalgia recordando el bosque de la hoja dorada.

Me levanto y cojo a mi pantera que no hace mas que ronronear entre las piertas del mago.

- No te precupes por la panter, amigo. Siempre los animales han sentido que no soy nadie que vaya a hacerles daño. Siento mucho oir eso, y entiendo como te sientes. En otra época, los magos no eramos muy bien vistos, e incluso nos temian. Por suerte, hemos conseguido volver a ser respetados e incluso tenemos un lugar donde poder enseñar a las próximas generaciones.

Me vuelvo a dirigir hacia la reina, y la aparto del elfo para mantener una conversación privada.

-Eleneär, he conocido al jóven del que te hable hace años. Y esta con el mismo enano que le recogio aquel dia, pero no parece preparado.

-Asique el montaraz está vivo, y está aquí.-me muerdo el labio mirando de reojo al drow, y luego me giro hacia el mago, mirándolo con intensidad-Tendrás que buscar a alguien que acabe de prepararlo entonces. Es demasiado valioso para dejarle desprotegido, o simplemente sin explotar todo su potencial por un medio entrenamiento. Quizá el enano haya hecho lo que ha podido, pero no es suficiente, y es tiempo de que termine su entrenamiento. ¿No crees?

Cuando Eleneär y el mago se alejan de mi para hablar de cosas importantes de las que yo no puedo enterarme. Soy demasiado curioso y con mi gran sentido del oido consigo escuchar fragmentos de su conversacion. Estan hablando de un montaraz que es importante para algo y un enano.



- Siento entrometerme, pero ¿no deberiais confiar en ese enando?-digo arepintiendome en el mismo instante en el que he hablado.- Perdon no tenias que haberme metido donde no me llaman

Entonces me alejo hasta donde estaba antes, aunque ahora estoy cabizbajo y solo miro al suelo sin saber que hacer.

Sorprendida por la intromisión, mi primera reacción no es espcialmente buena, al igual que tampoco lo es la del mago. Pero entiendo su situación, y sé qué es que la gente te deje al margen cuando su hermano hace reuniones " importantes con asuntos importantes de las que su princesita no debe preocuparse". Asique me giro, retomando la conversación, esta vez cerca del elfo.

-No es que no confiemos en él. Simplemente esque no ha sabido cómo explotarle al máximo. Y es así como lo necesitamos ¿entiendes?-apoyo la mano en su rodilla de forma reconciliadora-lo que nos devuelve al problema original ¿Seguimos confiando en que el enano logre entrenarlo, o buscamos a alguien que lo haga? Y en tal caso, ¿quién?

Miro a la elfa, cambiando un poco mi expresión tas la intromisión del elfo.

- Creo que el enano ha hecho un buen trabajo, son casi como una familia. Y seguro que le ha enseñado muchas cosas, pero estoy convencido de que el enano no puede enseñarle absolutamente todo. Por eso propongo, si le parece bien a mi señora, que vos y yo seamos quienes terminemos con esa instrucción que llevamos planeando desde hace años, cuando aun vivía su padre.

Sonrio al comprobar que la reaccion de ellos no es como esperaba e incluso se acercan para seguir con la conversacion.

- ¿Y creeis que el enano os dejara? Quiero decir vosotros os lo vais a llevar como si nada...-digo.

* Sin contar con que el montaraz quiera ir con ellos...* pienso sin atreverme a decirlo en alto.

Cuando oigo las palabras del mago suenan a aventura, accion y compañerismo, me entristezco al pensar que yo tengo que andar escondiendome y huyendo del resto de los elfos oscuros y de algunos otras criaturas que me temen por mi condicion.

ere-digo mirando a la pantera que me lame la mano con cariño.

Off: soledad.

Veo que, mientras hablamos la reina y yo, el jóven elfo tiene un aire triste, como si no tuviese a nadie a su alrededor salvo esa pantera. Siempre he tenido cierta empatia, por lo que puedo saber como se siente.

Me acerco a él y le pongo una mano en el hombro.

- Sé como te sientes. Los mios nunca hemos sido bien vistos y, aunque ahora ya estemos más aceptados, seguimos confinados en un sitio para estudiar y cuando viajamos aun la gente nos mira de forma extraña e incluso no quieren permanecer a nuestro lado.

Veo que la expresión del elfo cambia un poco. Aunque le hablo a la reina, el comentario que voy a hacer va dirigido a el también.

- Mi señora, ¿cree que Huindur podría acompañarnos? Si debemos atravesar bosques oscuros, sus habilidades nos vendrían muy bien.

-Supongo que tienes razón-murmuro--Conmigo podréis contar en vuestro viaje, pero sería más justo preguntarle a Huindur si quiere venir, no a mí, ¿no crees?-sonrío--Asique, ¿quieres acompañarnos?-tiendo la mano hacia el Drow esperando su respuesta.

Me quedo sorprendido y fascinado cuando los dos me dicen q vaya con ellos en sus aventuras. No se que contestar y cada ve que intento hablar enmudezco. Respiro hondo.

- Nose que decir...a mi me gustaria ir con vosotros, unirme a vuestras aventuras. Pero...creo que os traere muchos problemas siendo quien soy.-digo con una sonrisa triste.

Me separo del mago, sentándome en las rodillas del elfo.

-¿No sabes que se considera traición llevarle la contraria a una princesa?-sonrío y le beso en los labios-por favor...

Sonrio al sentir sus labios con los mios de nuevo y sobretodo al oir su comentario sobre no contrariar a las princesas.

- Pues, si es una orden directa de una princesa tendre que llevarla a cabo, ¿no?-digo besandola de nuevo y abrazandola con fuerza-¿Por donde empezamos?-pregunto impaciente.

Llamo a mi pantera y la acaricio la cabeza, me agacho y la susurro al oido algo que los demas no llegan a oir. Me quedo mirandola con atencion mientras que Istar y Eleneär me miran con extrañeza. Ella mueve la cabeza en señal de asentimiento.

- Se me habia olvidado pedirla permiso a ella.- sonrio.

Miro a la reina elfa, al elfo oscuro y a su pantera. Son mis compañeros de viaje.

- Segun lo que he hablado con el enano, estan por aquí, en Rivendel, entrenando o algo parecido. Quizá ls encontremos cerca del bosque a la entrada del reino.

Oigo las indicaciones del mago.

- Pues vamos, antes de que se alejen ¿no?- digo.

Entonces comienzo a correr hacia el bosque seguido por mi pantera, al llegar al bosque me toca esperar a mis amigos, aunque no tardan en aparecer.

- Soy demasiado impaciente, lo siento. Pero este bosque es grande, ¿como los encontramos?

No tiene que esperarme demasiado, mi agilidad y rapidez es comparable a la suya, incluso mejor, si no hubiera salido antes que yo. Tendré que retarle a una carrera algún día.

-Creo que no deberíamos adelantarnos tanto. No tiene sentido avanzar más rápido que el único que sabe su paradero.

Río y le golpeo en el hombro cariñosamente.

-Además, soy mucho más rápida que tú.-Le saco la lengua

No tardo en alcanzar a los dos elfos. Espero que no esten mucho rato con sus jueguecitos de adolescentes, que ya tienen una edad para comportarse, y más la reina.

- Mirad, ahi están.- digo, señalando a la esbelta figura de un hombre y a una pequeña figura que apenas le llega por la cintura.

Off: continua aqui: http://esdla.foro-gratis.net/rivendel-f4/una-manana-intensa-t9.htm